Desde enero de 2013 planteo la siguiente analogía a mis compañeros
voluntarios: Pongo a Haití cherie como mi novia o como una chica que quiero.
Vamos, seamos sinceros, qué hombre entiende a las mujeres. De pronto los gays,
pero lo dudo. Las minas son personas muy especiales, a las que no hay que
entender, solo amar porque son muy complicadas y nunca las entenderemos. Por
más que ellas quieran la misma cosa que uno, hacen y dicen otra cosa. Dan mil y
una vueltas para llegar a su objetivo, a lo que ambos queríamos inicialmente. Eso,
a mi modo de ver, hace que siempre haya peleas o discusiones en las parejas. Sobre
todo con personas como yo, que se aburren rápido y le gustan las cosas para
ayer.
Bueno, así es
Haití conmigo. Es una chica, mi chica en estos momentos, que habla otro idioma
(el Kreyol), que desbarata cada una de las cosas que planifico y que finalmente
hace lo que quiere. Yo me opongo, planifico otra cosa, pero al final hacemos lo
que ella quiere. No la entiendo, me habla en un lenguaje que recién estoy
aprendiendo y nunca nos ponemos de acuerdo. Por ejemplo, yo fui a Lascahobas, a
inicios de enero, para grabar un video y termino aprendiendo sobre cooperativas
de vivienda y tomando fotos. Yo quise irme de vacaciones el 22 de diciembre,
terminé yéndome el 25 porque tuve una fiebre que nadie sabe de dónde vivo.
Vale, ahora que lo pienso, Haití es más majadera que yo. J
Hay mucha magia
en esta relación, sino fuera tan guapa y exuberante ya la hubiera despachado (ya
me hubiera devuelto para mi casa). Todos los días siento como ocurre la magia
porque nunca tengo la certeza de que vuelva a casa sano y salvo. Hay tanto caos
en Puerto Príncipe que cualquier cosa puede pasarme. Sin embargo, Haití está
enamorada de mí, por eso me cuida y siempre regreso con bien a casa. Claro, no
todo es color de rosa en la relación, me he enfermado y me han robado la
billetera en el carnaval de Jacmel. Eso me pasa por mirar o pensar en otras
chicas. Haití es celosa y quiere toda la atención. También la he puteado varias
veces porque me habla en francés y no en kreyol. Joder, ella es más alienada
que yo juas juas juas. Al menos me di el gusto de que me hablara en inglés en
la planificación de GARR y que dejara el francés de lado.
Cuando leí Cien
años de Soledad, yo me imaginaba Macondo como un pueblo rural, mágico
maravilloso en el que todo puede pasar y que los habitantes eran blancos. Ahora
me pregunto si es que Gabriel García Márquez vino a Haití antes de escribir
esta novela. Yo me aventuraría a decir que sí o que la ciudad en la que se
inspiró tiene que ser muy parecida a este país. Ahora me pregunto si habrá sido
Barranquilla o alguna ciudad del Pacífico colombiano que inspiró al Gabo. Si
fuera Barranquilla me llamaría mucho más la atención que la calle principal de
Jacmel tenga ese nombre. Jacmel es la ciudad donde se hacen unos carnavales
llenos de color, en donde salen muñecos de papel maché gigantes a desfilar.
La imagen que tengo ahora de Macondo es de una pueblo con montañas |
Este país, Haití,
que todo el mundo lo imagina paupérrimo, miserable, lleno de basura, sin
desagüe, sin luz, es muy rico. Ojo, no quiero esconder el sol con un dedo,
Haití tiene todas esas características negativas, pero nadie se ha encargado de
señalar las cosas positivas que tiene. Los paisajes que tiene son espectaculares,
y no en todos lados del mundo las personas bailan las penas. Sino porque otra
razón se festeja tanto los carnavales. Vale, debo reconocer, yo también estoy
enamorado Haití cherie. Es que a mí siempre me ha atraído las paradojas, y este
es un país paradójico.
La paradoja en Haití: siendo un país rico para el turismo, sigue siendo tan pobre y mendigando para recibir más ayuda internacional |
Probablemente Macondo este en nosotros, y por eso lo proyectamos en donde nos identificamos. Que bendita suerte que una Haiti cherie te proteja, en ese sentido, solo queda dedicarle mas de estas lineas, en esta experiencia que, ya te digo yo, muchos te estamos envidiando (sí, hay más locos en esta tierra)
ResponderEliminarUn abrazo!
Carlitos, me encanta que Haiti sea tu chica así ya no estas solo y tienes quien te joda la existencia. Que lindo y cierto lo que dices, la verdad que el caos haitiano te enamora, bailas las penas con ellos y sus sonrisas y amabilidad te enredan y encantan. Sigue teniendo paciencia que vale la pena. Y bueno Haití tiene la misma cara de Colombia, solo miran lo malo hasta que la conocen y luego no se quieren ir... así como los cien años de soledad sigue llenando me magia las tradiciones e historias familiares de la costa colombiana. Besos y Abrazos
ResponderEliminarQué buena Carlitos! Apoyo que mostremos las cosas lindas de Haití!
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